Miguel Blesa Dona su Dinero a los Preferentistas

MiguelBlesa

Miguel Blesa de la Parra, quien fuera el controvertido presidente de Caja Madrid de 1996 a 2009, ha sorprendido a jueces e indignados al convocar una rueda de prensa para declararse arrepentido de las irregularidades causadas durante su gestión, y como gesto de buena voluntad ha prometido que devolverá el dinero ganado durante esos años, para ayudar a todos los estafados por las Preferentes.

“Llevo meses –afirmó– madurando la decisión y mi conciencia de católico, apostólico y romano, ha sido la consejera que me ha llevado a tomarla. Es mi deber –prosiguió– reparar el mal que a tantas familias les he causado con las Preferentes, y por ello toda mi fortuna, a excepción de alguna propiedad y un guardadito para mi jubilación, voy a entregarla a las diferentes asociaciones de perjudicados. Con ello también, espero que la justicia sea benevolente y pueda demostrar, que siempre y en todo momento, mis actos estuvieron dirigidos por la ambición, pero sin la malicia. Yo siempre he sido un hombre honorable, y los hombres de Estado, pueden cometer algún error, pero no por ello deben ser castigados con la cárcel, como vulgares y pobres ladrones.”

El que fuera amiguísimo de José María Aznar, por cuya recomendación llegó a presidir Caja Madrid a pesar de no tener ningún tipo de experiencia previa, no quiso dar más detalles. En especial sobre la cuantía que piensa donar, y no admitió preguntas que trataran otros temas como el reciente escándalo de las Tarjetas Opacas y su gasto de 436.700 euros, debido, se excusó a que actualmente está siendo investigado por un juzgado. Situación judicial que también sufre desde 2013 por posibles irregularidades en su gestión al frente de la Caja Madrileña, centradas en la concesión de créditos al Grupo Marsans, la venta de Preferentes y la compra del City National Bank of Florida, como frentes más destacados.

Se calcula que el total de damnificados por el fraude de las Preferentes asciende a más de medio millón de personas en toda España, y que los afectados directamente, por lo que hoy se llama Bankia, son casi la mitad, 240 mil personas. La mayoría pequeños ahorradores y jubilados que perdieron todos sus ahorros y que han estado luchando por recuperar su dinero por vía judicial, o por el método del arbitraje. Después de que vieran impotentes como la cuantía que habían invertido en preferentes fuera transformada en acciones por la entidad financiera en 2012, para muchos de ellos que aceptaron ese mal trato ante el miedo de perder todo su dinero.

Algunas asociaciones de preferentistas, no han tardado en afirmar que la noticia es un reconocimiento implícito de que no se actuó con buena fe, y esperan que el hecho repercuta para bien en los múltiples juicios pendientes. Pero también temen, que la declaración de Miguel Blesa, se produjera por un supuesto pacto entre sus abogados y la Justicia, para evitar la cárcel. La mayoría sin embargo, no da mucha credibilidad al dinero supuestamente donado, ya que afirman que al no dar cifras, la cuantía sea ridícula y para nada proporcional, ni al dinero ganado, ni al daño ocasionado. Aún así, en general, dicen haber acogido con alegría la noticia.

La Traición Democrática

UrnaDemocracia

Las razones se desvanecen frente al dolor, cuando de traición se habla. La sorpresa y el repaso posterior de los hechos, hace que el traicionado mesure únicamente el aprecio depositado y mal pagado de aquel inesperado y nuevo enemigo. Luego, se reprocha, por encontrar ahora y no percibir entonces, los indicios de que aquella relación que comenzó con sentido afecto; era una farsa. Reflexiones, que atardecen la consideración de sus motivaciones. El yo nos duele más que la consideración de los puros hechos. Hasta que finalmente, escarbando en sus posibles intenciones, el odio emerge, torciendo el signo de un querer ya sembrado.

Nuestra inocencia se comenzó a derrumbar con su primer contacto, y nuestro pesimismo se dibujó a lo largo de los años, con su goteo constante. Cada quien tiene sus defensas, sus estrategias y sus respuestas automatizadas e inconscientes, preparadas para esa próxima vez. Pero su naturaleza desbarata las precauciones, porque una verdadera traición nunca se ve llegar. Su devastación es inversamente proporcional a la cercanía y estimación del traidor, y por ello las más dolorosas, son las más cercanas e imprevistas.

Y aunque nos acostumbremos a sufrirlas y a transfigurar el escozor en olvido, y finalmente en risa, nuestra mayor flaqueza es que las esperamos de las personas; y sin embargo la traición, no siempre tiene rostro y llega de un igual, con el que podríamos porfiar, y en algunos casos prevalecer.

Las instituciones, los organismos y el propio Estado, la ejercen, con una impunidad y un desprecio que nos paraliza, porque ante ellos estamos indefensos, y no nos cabe mucha más respuesta que la indignación y la pataleta. Ellos, que son los garantes de nuestros derechos, nos los niegan e imponen su interesado y torcido sesgo de intereses. ¿Y a nosotros… qué nos queda por hacer?

Sin duda, no más que esperar a que la suma de indignados se transforme en masa, y que ésta, llegado el momento adecuado, se transfigure en una marea imparable que desvalije y derrumbe los equilibrios establecidos, para instaurar un nuevo orden. Hasta entonces, juegos de lírica, imaginación y desahogo entre iguales.

Mandan los mercados. Lo presume el ciudadano, lo insinúa el FMI y el Banco Mundial en sus recomendaciones a los gobiernos, lo afirma José Mujica, presidente de Uruguay y lo confirmó Italia, cuando en 2011 se vio forzada a nombrar a un tecnócrata como Mario Monti para dirigir el país. La política se ha transformado en una escenografía tras la cual se ocultan los intereses financieros que dictan y planifican el devenir global. Y si la Democracia traiciona el principio de la soberanía y los dirigentes elegidos por el pueblo soberano incumplen su programa electoral y no gobiernan en nombre de los electores sino de las grandes corporaciones económicas, no debería sorprendernos que la sociedad se rija por unos valores que nada tienen que ver con la fachada democrática e igualitaria que enarbolan. Ni que actúen y reflejen, punto por punto, la directriz que caracteriza al eufemístico, Libre Mercado: la búsqueda de maximizar el beneficio como único fin, sin atender a la sustentabilidad de los recursos del planeta, ni tengan en cuenta los derechos de las personas.

Cuando se contempla a la sociedad desde esta perspectiva, las disfunciones y contradicciones del sistema no son tales, sino las muestras y atributos que encajan y demuestran su verdadera naturaleza. La imposibilidad de los países civilizados para alcanzar un acuerdo que frene la deforestación o el cambio climático, se comprende, a pesar de su irracionalidad suicida, si se visualiza a través del prisma empresarial que sólo tiene en cuenta el crecimiento continuo, la ampliación de mercados y el beneficio. A idéntica comprensión llegaremos al mesurar las paradojas de que 1.000 millones de personas en el planeta pasen hambre, a pesar de que se producen alimentos suficientes para los más de 7.000 millones que lo habitamos. O a que los avances en medicina y salud no eviten que mueran millones cada año por enfermedades curables, debido a que no tienen acceso a la medicina apropiada, porque la salud y la medicina pertenecen al ámbito empresarial y no a un lógico y protegido carácter público. Y no será entonces extraño que un 1% de la población detente el 40% de la riqueza, y que la mitad de los pobladores del globo sobrevivan con un escaso 1% de esa riqueza. Y la lista prosigue e impregna cada aspecto que desentona en la imagen civilizada y democrática de ese mundo en el que creíamos vivir.

La traición surge de raíz y se reitera a cada paso cuando los aspectos esenciales para mantener una existencia digna, que por su naturaleza de bien público debían poder ser accesibles para todos, se convierten en un lujo que un sueldo no puede proporcionar. Cuando la educación, el alquiler de una vivienda, la ropa, la comida, la electricidad, el transporte, el agua o los impuestos, requieren más de un sueldo… algo falla, y no es el individuo, sino la sociedad que se proclama salvaguarda del bien común. Porque pensar que un dentista, un político o un empresario tiene derecho a un gran sueldo y un barrendero o un jornalero del campo, no. Ejemplifica un pensamiento y un ideario que nada tiene que ver con la democracia y la necesaria interrelación de papeles, como si una función fuera más necesaria que otra, y no se admitiera que todas son ineludibles y complementarias. Todos debemos tener una función y el derecho a vivir con decoro. Y en ello están fallando aquellos que tienen el poder de hacer que esta sociedad sea verdaderamente justa.

Toda traición conlleva unas motivaciones. Quizá sea hora de que dejemos a un lado el dolor y la indignación de sentirnos traicionados y comencemos a intentar averiguar esas razones. En su formulación tomaremos conciencia y encontraremos la fuerza y las justificaciones para cambiar el contexto social y económico tan injusto que vivimos. Y tal vez, unidos, podamos desenmascarar las disculpas del sistema y podamos forzar el cambio hacia un mundo mejor. De lo contrario, el odio acumulado, parirá dramas.

Cospedal reconoce que manipuló los datos del Paro

Cospedal

María Dolores de Cospedal, Secretaria General del PP y actual Presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, acaba de reconocer que los datos del Paro, en su Comunidad Autónoma, sí fueron manipulados, tal y como denunció el sindicato Comisiones Obreras el pasado 25 de septiembre.

Corroboró que los cerca de 50.000 parados que habían sido excluidos de las listas del desempleo en su región, lo habían sido por un fallo diferido en forma de simulación de trabajo encontrado, para sin malicia, finiquitar el palpable aumento de esos desagradables porcentajes que, en forma de no trabajadores, tanto afeaban su celebérrima y reluciente acción de gobierno en la Comunidad de Castilla-La Mancha. Lo que a su parecer, continuó, no debe tomarse como un engaño deliberado, sino como un desliz no contable a cargo de la empresa externa, que a cambio de un millón de euros, gestiona todas las oficinas de empleo de su querida comarca.

La inesperada comparecencia de la Presidenta, llega más de una semana después de que el portavoz de su gobierno, Leandro Esteban, amenazara a los sindicalistas con llevarlos ante los tribunales por falsedad, y se negara a aportar documentación que verificara que los datos oficiales son los reales, y no los que denunciaban el sindicato.

Al parecer la fórmula empleada estaba basada en encuestas sobre los parados inscritos, en los que la empresa adjudicataria de las oficinas de empleo de la región, a criterio propio, evaluaba quienes tenían predisposición para trabajar y quiénes no. Los enmarcados en este segundo grupo, desaparecían automáticamente de las listas oficiales, aunque su situación laboral no hubiera sufrido ningún cambio, ni se encontraran realizando ningún curso de formación.

A esta irregularidad se une la denuncia hace unas semanas de la portavoz del PSOE en la misma Comunidad, sobre los parados de larga duración que sí realizaron cursos formativos, y que sí salieron de las listas del desempleo de forma reglada, y que tuvieron que pagar de sus propios bolsillos el coste de los cursos, reembolso que les debe el gobierno castellano-manchego a todos los que participaron en ellos, a lo largo del 2012 y 2013. Demora que según la Junta, se debe a “cambios que se han realizado en la tramitación contable”.

Cospedal, terminó la comparecencia prometiendo que va a asegurarse personalmente de que en esta misma semana se reembolsen las cuantías de los cursos, incluso las correspondientes al año en curso, y que tan pronto como tenga las cifras nuevas y reales de paro en su comunidad, las dará a conocer, para demostrar que ella puede actuar de forma diferida y simulada a veces, pero como católica, se termina arrepintiendo.

Queridísima y Democrática Justicia

Queridísima y Democrática Justicia
Queridísima y Democrática Justicia

Si un desconocido, al que no te atan apegos que puedan emponzoñar tu juicio y al que ni siquiera puedes ver, te expusiera el crudo perfil de sus actos, y te inquiriera una opinión; tu veredicto, simplemente expresaría tu ética. Añadir cuerpo, facciones, ropa, raza, dinero, género u origen, podría develar el peso inefable y torcido de tus prejuicios; pero aún así, tu sentencia tendería a ser tan justa como tu ética.

Ni nombre hace falta. Basta apenas con una letra andrógina, anónima, divina, y el entendimiento de un demócrata creído de serlo y practicante; y el veredicto que la acompañare, debería ser idéntico al de un juez justo que, en nombre de la sociedad, tenga otorgado el poder de juzgarla.

Elijamos pues una letra y utilicemos la ingente cantidad de información que nos llega por los medios de comunicación para llenarla de hechos y juzgar a todos esos extraños conocidos que pueblan los medios de comunicación. Por ejemplo la “I” de Infanta, que igualmente puede servirnos para referirse a un ladrón, político, banquero, empresario, obrero, futbolista e incluso para un partido político. Pues el sistema puede usarse para valorar colectivos de personas y hasta conceptos e ideas, como la globalización. ¡Jueguen con las posibilidades, elijan un objetivo al que juzgar y obtengan sus sentencias!

Ahora recapitulen, ¿creen que los tribunales llegarían a las mismas resoluciones?

No, evidentemente no llegan a las mismas conclusiones. Especialmente en esos casos tan sensibles en los que políticos, empresarios, exbanqueros, tonadilleras, Infantas, maridos de Infantas, molt honorables expresidentes con aficiones a la lotería o a visitar Andorra y demás fauna autóctona, burlan la entrada en prisión o la sentencia firme, tras interminables años de derroteros judiciales, farragosos procesos mediáticos y programas televisivos con tertulianos estereotipados y defensores de su interesada verdad, que los juzgan y los defienden, a partes iguales; como corresponde a una imagen democrática y justa. Y sin embargo, otros no tan famosos, tardan escasos meses en enfrentar cargos de 7 años de cárcel por atentado a la autoridad y dañar a un autobús, presuntamente, tras su asistencia a una manifestación.

Claro que la Justicia funciona, sino las cárceles estarían en desuso y vacías. Sólo que al parecer importa y mucho, quién eres y las amistades que posees.

Puede que el desfase, entre la ética del pueblo llano y soberano y la real, se deba a que no tenemos toda la información, y que la que tenemos no sea correcta, e incluso aunque lo sea, al utilizarla no podamos evitar que se regurgiten los prejuicios con valores manufacturados y aprendidos a los que respondemos sin pensar. Es fácil juzgar lo ajeno, pero no aquello de lo que somos parte, y la actualidad por mucho que pretendamos alejarnos de ella, es tan nuestra como el aire. Pero en el mismo caso y subjetividad se encuentran los jueces, y no por ello dudamos de ellos, pero sí del sistema en el que se imparte justicia; y como prueba sólo basta con echar un vistazo a los hechos judiciales de los famosos.

Habrá opinantes prestigiosos que deslegitimen la capacidad del pueblo para impartir justicia, calificándolos de turba alocada, sin freno, sin mesura y fácilmente manipulable y proclive al escarnio desmesurado y vengativo; y que sus críticas y divergencia con las actuaciones de la judicatura, sólo expresan su profunda ignorancia a los procedimientos y al sentido mismo de la justicia. Mismos oradores que alababan la sabiduría del pueblo español cuando le otorgaban la mayoría al partido político que financia su periódico, para que se convirtiera en su portavoz y propaganda, torpemente camuflada.

Pero cuando durante décadas los partidos políticos han negociado entre ellos cuotas o impuesto en los órganos del poder judicial, de los tribunales superiores de justicia o en el mismo Tribunal Supremo, a jueces afines; ninguno habló de traición a los principios democráticos y a la separación de poderes que proclama la Constitución. Porque como meros garantes del poder, sólo ven y apoyan al poder establecido, esa y no otra es, ha sido y será su ética.

Curiosamente la ética del español medio, tiende a ese ideal democrático que le han inculcado y que la propia institución descuida cuando permite que miles de pequeños ahorradores sean estafados por las preferentes o que miles de familias pierdan su vivienda, y a pesar de ello sigan debiendo un dinero que los condena a la pobreza para siempre, frente a unos bancos a los que hemos salvado de la quiebra, regalándoles un dinero que seguirán debiendo nuestros hijos.

Pregúntenle a un conciudadano sobre estos casos flagrantes y ninguno se pondrá de parte de la justicia oficial, sino a favor de que devuelvan el dinero a los jubilados engañados por las preferentes y en que se paralicen los desahucios. Sólo los peleles y los enchufados a la mafia del poder en todas sus formas, tendrán la desvergüenza de clamar que hay que respetar las reglas del juego y las leyes, aunque sepan que son injustas, inhumanas y predadoras de un beneficio que abisma las diferencias sociales.

La virtud y la ética de una sociedad, se expresan en esa entelequia que abandera la democracia y que llamamos justicia, la cual debe ser el instrumento que repare las desigualdades y se aplique por igual a todos.

A nadie escapa que ese principio no sólo no se cumple, sino que no hay intención ninguna de que eso sea así. Y no sólo por la ley de tasas judiciales que rompe el principio de igualdad ante la justicia de todos los ciudadanos, sino porque los hechos lo demuestran cada día.

Todo está interrelacionado y los pilares de este sistema político están quedando al descubierto ante la ciudadanía gracias a la crisis. El muro opaco de complejidades burocráticas, actualidad, disposiciones legales y novedades noticiosas, antes valía para evitar que el ciudadano medio se detuviera a reflexionar sobre las contradicciones del sistema. Ahora no le hace falta ni eso. La tremenda disparidad entre la realidad de los hechos judiciales, sociales y económicos, indigna porque nada tiene que ver con la democrática sociedad en la que uno creía vivir. Y una vez corroborado el engaño, aunque el poder tenga el control de los medios de comunicación, nada puede hacer contra el flujo constante de una actualidad que los contradice, y que irónicamente ellos están obligados a ofrecer.

La Justicia refleja la ética y la capacidad de respuesta ante los problemas de una sociedad. Pero su indicador más importante, es cómo, a través de la percepción que de ella tienen sus ciudadanos, se puede inferir la salud de la sociedad misma. Y la conclusión, se tome el prisma que se quiera, no es nada halagüeña.

TVE utilizará a Ciudadanos Anónimos como Presentadores

MarilóMontero

Mariló Montero, presentadora y subdirectora del magazine La Mañana, de RTVE, acaba de hacer público que la cadena tiene previsto democratizar sus contenidos y colaboradores, con una nueva fórmula por la que telespectadores anónimos participarán en los diferentes programas del canal de televisión público.

Cada día y en alguno de los programas que se emiten en directo, participará un ciudadano en paro elegido al azar, para que haga labores de presentación, locución, redacción, cámara y realización. Cada uno de los participantes, voluntarios y a los que se les pagará el sueldo correspondiente a su día de trabajo y con tarifas salariales iguales a las de las estrellas de la Televisión, podrán ser votados por la audiencia, mediante sms gratuitos. Quien a finales de mes, se encuentre en primer lugar, de entre todos los participantes, se clasificará para un programa especial que a final de año, juntará a los 12 elegidos por la audiencia.

En ese especial, que tendrá lugar en Navidad, todos ellos tendrán que hacer de reporteros, sobre guión propio y presentar un micro reportaje sobre un aspecto social que poco o nada es considerado por los medios. El ganador será elegido por el público que podrá votar, tanto por mensaje, llamada telefónica o Internet. Y el premio será firmar un contrato con la cadena pública por un año, para ser copresentador del Magazine de La Mañana de la 1, junto a la famosa periodista.

La iniciativa mezcla diferentes formatos televisivos, intentando crear una nueva forma de televisión mucho más cercana al televidente y democrática. Ya que posibilita que cualquier persona participe activamente en un medio, en el que normalmente no tienen acceso más que como mero público, o en encuestas a pie de calle.

En éste último sentido, sobre la realización de encuestas de opinión con cámara y micrófono a transeúntes, la dirección de la televisión pública, también ha hecho saber que a partir de ahora las grabaciones de estas indagaciones sobre la opinión pública, que normalmente se grababan en Madrid, serán democratizadas. Para ello se prohibirá que todas estén grabadas sólo en la capital, y se incentivará que cada día vaya una unidad móvil a hacerlas por todos los pueblos y pequeñas ciudades del país. Para que así el muestreo aleatorio de opiniones, pueda llegar a ofrecer el de todos aquellos ciudadanos y televidentes, que debido a que no viven en la capital del reino, nunca tendrá dicha posibilidad.

Mariló Montero, ha terminado afirmando que el nuevo formato de RTVE, será todo un éxito, y que está segura de que muchos buenos y grandes profesionales saldrán de esta innovadora y rompedora forma de hacer nueva televisión. Y se ha puesto como ejemplo: “Si yo puedo hacerlo, por qué no va a poder hacerlo cualquiera, ¿no?”.