La Educación Fabril

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Un infante puede aprender chino, árabe, arameo o latín, sin más esfuerzo que el que un jugador dedica al juego. Atesorando en su haber y para siempre, aquellos valores, normas y teorías complejas que le inculquen los mayores que le rodean. Si fuera Sócrates su dedicado mentor, no sería arriesgado aventurar que el adulto sería sabio. Porque la herramienta con la que, a partir de entonces, reordenaría su mundo, sería la de un afilado y penetrante pensamiento propio.

Lamentablemente esta increíble capacidad de absorción y aprendizaje es tan efímera, como la pervivencia del niño que una vez fuimos. Un adulto puede aprender, pero el gran obstáculo no es sólo que su lentitud y un doble esfuerzo, pueda hacer que la probabilidad de éxito sea baldía. Sino que la base de su acervo y su estructura mental, ya está definida y cambiarla es prácticamente una tarea, del todo, imposible.

El pensamiento es el arma más poderosa que poseemos, porque gracias a ella le damos forma y sentido al mundo que nos rodea. Pero una cosa es pensar, y otra recopilar datos y mecanismos de reacción y respuesta, casi de forma automática e inconsciente; como quien programa una máquina, por más compleja y elaborada que ésta sea. E infelizmente, hacia esa dirección está planificada y orquestada nuestra instrucción.

La educación desde la Revolución Industrial, se ha orientado a considerar al ser humano como un elemento más en el proceso productivo. No interesa que desarrolle un pensamiento propio, sino que adquiera conocimientos que pueda aplicar en el sector productivo al que vaya a dedicarse, una vez ingresado en el mundo adulto. La educación Fabril, o tradicional, ha trasladado y replicado el modelo de la fábrica, donde al individuo se le instruye en conceptos separados, cerrados, verticales y uniformes que luego se juntan, como si construyeran un ser humano a la carta.

La filosofía, ese gran árbol del conocimiento del que nacieron las ramas de la ciencia y la cultura, y sobre las que se erigió nuestra civilización, hace tiempo que fue erradicada de la enseñanza. Primero, relegándola a un nivel secundario, como si su conocimiento y aprendizaje fuera algo accesorio y superfluo. Y finalmente, tras las últimas reformas educativas, enclaustrándola junto a la Música, en esa reducida selección de materias optativas y de poco valor práctico. Como si enseñar a pensar no fuera la base de una persona ética útil y responsable; no sólo para sí misma, sino para la sociedad.

La especialización excesiva, importada del modelo estadounidense, ha sido la guía fundamental en las reformas de los planes de estudio. No ya sólo de la educación primaria y secundaria, sino también en el ámbito universitario. Y como resultado creamos a generaciones enteras que son mucho más manipulables, porque sólo conocen una pequeña parcela del saber, pero que fuera de su área técnica son casi iletrados. Ilógica disposición, para un mundo tan complejo e interrelacionado, como el actual; pero muy adecuado si lo que más interesa es tener a una masa obediente, pasiva, condescendiente y dispuesta a ceder su poder y decisión, sobre todo de aquello que no entiende y que es mucho, a otros.

Enseñar no es memorizar datos, y el conocimiento no es repetir fórmulas, fechas y conceptos. Principalmente porque la mayoría de los que nos dictaron, se quedaron olvidados en el camino. Pero sobre todo, porque sin reflexión, esa información no produce análisis, conclusiones y nuevos pensamientos e ideas.

Platón, ese modelo de sabiduría, del que alardeamos en ser herederos, y del que tan lejos ya estamos, pregonaba que cualquiera puede tener un hijo, pero que no todos pueden ser buenos maestros. Porque para crear un clima apto en la enseñanza, el niño debe aprender jugando, y la imposición de conocimientos es ineficaz y muy diferente al acercamiento voluntario. Él enseñaba con dialéctica, creando diálogo y discusión, forzando a pensar y a que los alumnos llegaran a sus propias conclusiones. Haciendo hincapié en que la indagación sobre la realidad y uno mismo, es el único camino para que el hombre llegue a la razón. Porque sólo mediante la educación del ciudadano y del gobernante, se puede llegar a crear una sociedad justa. ¡Qué irónico, que también nos advirtiera de que el exceso de información no deja pensar, y que de sus enseñanzas sólo nos enseñen datos memorizables y nada se haga por reinstaurar su pragmática pedagogía!

La crisis global que afrontamos, dirige sus focos sobre las consecuencias de un sistema abducido y mesmerizado por el mercado, pero poco se reflexiona sobre las razones y las estructuras que deberían modificarse de raíz. La educación debería ser la primera de ellas, y desgraciadamente sería la última que tocaran. Porque desde ella siembran la semilla para que nada cambie. Igual que nuestra civilización se vanagloria de su tecnología y avance científico, construyendo máquinas cada día más sofisticadas, de similar forma crea personas, con conocimientos especializados, pero sin pensamiento crítico ni capacidad de análisis.

Somos más un producto, diseñado para servir y no dar fallos, que se traduzcan en protestas y cuestionamientos, que ciudadanos de una sociedad que cuida y piensa en ofrecer crecimiento personal y social a sus integrantes.

La regeneración democrática, de la que tanto gusta vestirse la política actual, debería comenzar por reformar el modelo educativo. Cambiando el principio productivo al que está orientado, por uno social, y que tenga al hombre y no al mercado en su centro. Sin esa declaración de intenciones, la palabra Democracia seguirá siendo un eufemismo para referirse al gobierno real de los Mercados, y cualquier reforma, una simple remodelación efectista, para que este modelo injusto e inhumano, siga prevaleciendo. Así que… ¡no la esperen!

La Reina Isabel II instaura un año de pobreza a sus Sucesores

IsabelII

Elizabeth Alexandra Mary, más conocida como Isabel II, acaba de anunciar, con su característica flema inglesa, que ante el próximo fin de su reinado, y tras pasar a la historia como la monarca que modernizó la institución monárquica, desea establecer una regla ejemplar, para todos aquellos que, dentro de la familia real, puedan optar al trono en el futuro.

Dicha prerrogativa supondrá que todos los miembros de la realeza inglesa, por sangre o por casamiento, deberán pasar, en el transcurso de su formación y antes de su mayoría de edad, un año acogidos en el seno de una familia humilde. Requisito sin el cual, no podrán optar, en ningún caso a la sucesión, y por extensión a representar en ningún acto a la Corona Británica.

La elección de la familia, añadió, será determinada por el azar y exclusivamente se atenderá a razones económicas adversas, sin tener en cuenta raza, ideología, religión u otra connotación social, siempre que dicho núcleo familiar resida dentro de las fronteras del Reino Unido, y acepte llevar en estricta confidencialidad y secreto, la real naturaleza y alta procedencia del nuevo miembro familiar de acogida.

Así mismo, aseguró, las fuerzas de seguridad y el servicio secreto, estará al tanto de la situación, para que no ocurra ningún incidente desagradable y para la protección, tanto de la familia de acogida, como del menor de sangre azul. Hecho que no podrá ser utilizado por el infiltrado real, para hacer llegar mensajes, ni peticiones de favores, tanto a sus verdaderos familiares, como a los agentes que estén custodiando la situación, para evitar los rigores de una prueba tan decisiva en la forja de su carácter.

La disposición también contempla la prohibición expresa de que ningún medio de comunicación publique reseña alguna, en el supuesto de que se llegara a saber la verdadera identidad del menor acogido. Acuerdo que ya ha sido promulgado y jurado por todos los medios de comunicación del Reino Unido.

La medida extraordinaria y novedosa, afirmó la Reina Isabel II, es un paso decidido para acercar a la Institución monárquica a la realidad social y al pueblo llano, del que procede su poder; y así asegurarse que los futuros monarcas experimenten en carne propia la suerte que tienen y que en su futura vida sean más justos y dignos.

La sorprendente noticia ha hecho aumentar la popularidad de la Monarquía con manifestaciones sinceras y espontáneas a lo largo y ancho del Reino Unido, con estallidos de sincero alborozo. Y disparado los rumores y los comunicados de prensa de todas las Casas Reales del viejo continente, en las que afirman que tienen en cuenta la medida y no descartan su inmediata aplicación, a imitación del nuevo modelo anglosajón.

Carlos Fabra compartirá su Truco para ganar la Lotería

Carlos Fabra

Carlos Fabra Carreras, caricatura hecha carne de Martínez El Facha, empresario y expolítico del PP y expresidente de la Diputación Castellonense desde junio de 2011 tras 16 años en el cargo, acaba de anunciar que, como muestra de buena voluntad y de su buena fe, hará pública su habilidad para ganar la lotería, con la inmaculada intención de probar a esa gentuza que son sus detractores y críticos, que no es casualidad que le tocara la lotería hasta 9 veces en 12 años.

Como condición inexcusable para que haga público su truco, para beneficio y desahogo de los necesitados del país, añadió que esperará a que su indulto, presentado ante el gobierno del Partido Popular, en el que afirmó tener grandes y verdaderos amigos, sea considerado y ratificado. Sólo entonces, dará a conocer su técnica y sabiduría sobre el inefable arte de la compra de décimos de la Lotería Nacional, que serán premiados.

Cabe recordar que, tras un procedimiento que desde su imputación por tráfico de influencias, cohecho y delito fiscal, duró casi 10 años hasta el fallo de la Audiencia de Castellón, finalmente en Noviembre de 2013, el Tribunal Supremo ratificó su condena de 4 años de prisión, por defraudar 700.000 euros a la Hacienda Pública.

La casualidad ha hecho que tras casi un año de la sentencia firme, el susodicho “ciudadano ejemplar”, como se refirió a él Mariano Rajoy en 2008, no ha entrado en prisión, creando la falsa impresión de que la Justicia no es igual para todos. Algo que a juicio del propio interesado, no ha lugar, porque está seguro, afirmó, que el indulto, más pronto que tarde, le será concedido, porque como bien sabe el Partido Popular: “Yo soy mucho más útil fuera de la cárcel que dentro, ayudando desde dentro a que la sociedad mejore y crezca nuestra economía, como siempre hice en Castellón y bien debe recordar la cúpula del Gobierno. ¡Claro está, si no quieren que la suerte también se les tuerza a ellos!”

A pesar de la condena y su consiguiente abandono del PP, Carlos Fabra que aún se mantenía como presidente de Aerocas, la Sociedad pública que gestiona el Aeropuerto de Castellón, famoso por su ausencia de tráfico aéreo y de utilidad práctica, con un coste estimado de 150 millones de euros, deuda similar a la que dejó en la Diputación de Castellón a su salida, con 140 millones; terminó afirmando que no duda de que el acuerdo con la multinacional Lavalin, para la gestión del Aeropuerto a partir de este otoño, será todo un éxito, y que traerá tanta riqueza a la región como si de una lluvia de décimos de Lotería premiados se tratara. Y todo, terminó afirmando: “Gracias a mí.”

La Dramática Popularidad del Trabajo Fijo

Cadenas

Soñar, más allá del involuntario y necesario pasatiempo nocturno, es quizá la razón más poderosa que nos empuja al aliento de vivir. Sin nuestros sueños, somos poco más que hormiguitas. Piezas en un engranaje que nos supera y que elimina nuestra individualidad, para que un bien común, que nada tiene que ver con nuestros deseos, nos imponga una razón para existir. Tal que robots o seres sin meta en la vida, ni conciencia.

Todos tenemos sueños, los más deliciosos y alargados en el tiempo son aquellos que bordean la imposibilidad, y reconocerlo, no debe impedir nuestra redundante parada en su deleite. Pero son aquellos que casan con la realidad, los que pueden derrumbar con su peso, la formulación de nuevos. Su renuencia puede fortalecernos, si sabemos indagar en el por qué de la importancia que a ellos les otorgamos, y facilitarnos el descubrimiento de unos sustitutos, puede que más verdaderos. Otros sin embargo, negados y necesarios, nos paralizan y terminan devastando nuestra existencia.

La crisis que vivimos, con su falta de perspectivas laborales y el paro de larga duración, es un ejemplo de ambos, porque nos fuerza a reinventarnos o a ser no más que meros autómatas sin fin, y a merced de que la suerte nos dé un trabajo. La estrategia del hambre también sirve a otro objetivo más maquiavélico. Porque ante su presión, somos nosotros mismos los que nos negamos a pensar en lo que realmente haríamos con nuestra vida, si tuviéramos las necesidades cubiertas, y nos convierte, por supuesto, en manipulables. Nuestro sueño se torna en un deseo impuesto por la penuria, que no es otro que el de pertenecer desesperadamente al engranaje, en retornar a ser una hormiguita con un fin, y poco más.

Desterrando una indagación fundamental: ¿realmente son nuestros sueños, auténticamente nuestros?

El mercado, la publicidad y los famosos como único modelo a seguir, dirigen nuestros anhelos irreales. Incluso nuestra percepción de la realidad está basada en unos principios que no muestran la cruda realidad, sino una interesada y maniquea interpretación del mundo que nos venden desde películas y series. El simbolismo literario, fagocitado y transmutado por Hollywood en moralina ética, termina calando en nuestra concepción del mundo, haciendo que muchos crean que esa moral rige al autoproclamado mundo democrático. Pero la vida nada tiene que ver con ese supuesto equilibrio, donde el bien, la bondad, el amor, la justicia, la ética y los valores culturales del esfuerzo y la recompensa triunfan siempre; incluso derrotando a los más poderosos adversarios.

La realidad, dicen, supera la ficción. Y yo añado, que sólo porque de la realidad conocemos bien poco, por más ufanos y pragmáticos conocedores que nos consideremos. Nos han construido con más partes de ficción, que de realidad, y desafortunadamente a ellas acudimos cuando la desesperanza nos fuerza a analizar las razones de nuestra infelicidad. Pero llegar a un diagnóstico acertado, cuando la ficción se ha apoderado de la imagen que de nosotros mismos tenemos, es una tarea indescifrable. Estamos demasiado bien aleccionados, nos han enseñado a reaccionar, no a pensar; y el resultado nos convierte en rebaño.

Comprar y consumir parece el único estado del vivir. Y la meta más gozosa, maquillada ahora con un carácter quimérico e improbable, debe ser la obtención de un trabajo fijo. Cuyo premio es una llave estable y permanente a nuestros sueños, siempre materiales.

El acceso a un sustento con el que poder mantener nuestra existencia, es el derecho que todo ser humano tiene para poder sobrellevar una vida digna, por ello el dramatismo de la situación actual es tan grande. Pero que nos hayan acorralado con la amenaza de perderlo, para aquellos afortunados que lo tengan, y que hayan simplificado nuestra ilusión al único propósito de tener un empleo decente y estable, muestra a las claras la triste y amarga cara del sistema. Solamente somos números para el poder, que no deben indagar y pensar sobre el sentido de sus propias vidas, sino actuar como simples autómatas que cumplen la función que se les otorga.

Yo, que me cuento en el excluido grupo de los desempleados, no he cambiado de impresión. Soñaba con poder conocer el mundo y aprender de muchas situaciones y personas, y no quedar recluido a un lugar, un trabajo y una rutina. Aunque necesite como todos un medio de vida, siempre pensé y sigo pensando que la idea de un trabajo fijo y de por vida, no es la mejor perspectiva para una existencia soñada. Porque una cadena no deja de serlo, aunque aceptarla te garantice el sustento necesario.

Decidir y planear lo que será tu existencia futura y atarla a un trabajo de ocho horas, no es más que una forma velada de renunciar a tu libertad. Quizá porque tengas una familia y unos hijos, y sacarlos adelante sea tu orgulloso deber. Pero cuando una sociedad te exige el precio de pasar más tiempo en el trabajo, que el que puedes dedicar a aquellos a los que amas, y a las cosas que te hacen sentirte pleno, no puede ser una sociedad tan pulcra, tan ética y tan honesta como la que nos describen las películas.

Y todo ello no es impedimento para que yo siga buscando un lugar en el mundo, y un medio de vida asociado a él. Pero aunque lo necesite como todos, reconozco y reniego de esa intención furtiva y premeditada que con su carestía nos imponen, porque ahí radica el mayor drama, no quieren a seres independientes y pensantes, sino a esclavos. No sólo nos racionan el pan y la sal, para que no podamos acumular, en dinero, el precio de nuestra independencia, sino que sólo nos lo dan a condición de que, tras mucho esfuerzo y soñar, agradezcamos el aceptar sus cadenas.

Marruecos repartirá el beneficio Empresarial

Mohamed VI-

Mohamed VI, rey de Marruecos, ha prometido en una inesperada alocución televisiva a todo el país, en hora de máxima audiencia, que se promulgarán diferentes leyes para que las empresas, tanto nacionales como extranjeras instaladas en el país magrebí, repartan el beneficio empresarial entre todos los trabajadores. Dijo, que la medida está encaminada a ir acortando la enorme distancia existente entre ricos y pobres, y premiar así a los trabajadores con un sueldo más digno. Añadió que todas aquellas empresas que generan beneficios estarán obligadas anualmente a repartir entre todos sus integrantes las ganancias obtenidas, y que se tomarán disposiciones para que en el reparto no salgan beneficiados los cargos con mayor responsabilidad, ya que aunque reciban una parte, proporcionalmente los asalariados de menor categoría, siempre recibirán el doble.

Se calcula que la medida repercutirá más a los trabajadores dedicados a la Industria y a los Servicios, y en menor medida al sector agrícola, mayoritario en porcentaje de hasta un 40% en el PIB del país, debido a que existen multitud de pequeños productores. Para lo que de igual manera, anunció una regulación paralela, que garantice a estos unos precios mínimos mayores, en detrimento de los grandes distribuidores.

El anuncio ha causado un gran revuelo en el país, y se ha tomado como un pulso decidido para luchar contra la pobreza extrema que alcanza a un 15% de la población, y en contra de El Majzen, la Oligarquía que gobierna en la sombra el país desde hace siglos, y que hasta hoy día ha hecho grandes negocios con impunidad, con el apoyo de la corona, y que se ha repartido tanto el poder económico, como político.

Apoyado en esa Oligarquía, el padre del actual monarca, Hassan II, mantuvo a su pueblo en un control férreo. A quien se le atribuía una máxima que explicaba su concepción del poder y del gobierno que él aplicaba: “mata de hambre a tu perro, y te seguirá”; y también explicaba el concepto que de sus súbditos tenía.

Mohamed VI, que hasta ahora parecía aplicar con rigor las enseñanzas recibidas por parte de su progenitor, parece decidido a cambiar ese perfil y dar un giro de 360º a su reinado, con una medida, que aunque no solucione las enormes distancias económicas y sociales, sí suponen un cambio de rumbo esperanzador para una sociedad acostumbrada al despotismo de los poderosos, a los que ahora se enfrenta para intentar modernizarla, su máxima figura.

El enfrentamiento entre el monarca y parte del Majzen, parece explicar este cambio de rumbo, y para algunos especialistas consultados, con toda seguridad éste es el primero de muchos pasos, entre los que se encuentran la destitución de grandes altos cargos, para poner en su lugar a una nueva clase política más rejuvenecida, menos sectaria y con una visión más humana de lo que debe ser el gobierno y en pro del pueblo llano.

El Mundo despenaliza las Drogas

KOfiAnnan

Kofi Annan, exsecretario general de Naciones Unidas, en representación de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, acaba de anunciar un gran pacto entre la UE, Estados Unidos, La Organización de Estados Americanos y la Commonwealth, para despenalizar el consumo y posesión de drogas, así como regularizar y legalizar su tráfico a nivel internacional.

Hace unos días la organización a la que representa, formada por expresidentes de países como México, Suiza, Brasil, o Portugal, y personalidades de fama mundial, como el escritor y Premio Nobel, Mario Vargas Llosa; hicieron público en Nueva York un informe en el que instaban al mundo para que en la próxima sesión especial de las Naciones Unidas contra la droga (UNGASS), a celebrarse en 2016, se cambiara el rumbo de la política internacional sobre este problema global. La sorpresa, por lo tanto es mayúscula, ya que en menos de una semana se ha llegado a un acuerdo que cambiará notablemente nuestra realidad.

En dicho informe se hacía mención del fracaso que las políticas de represión a nivel internacional habían tenido en todo el mundo, no sólo por no detener su tráfico y su consumo, sino y sobre todo, por causar auténticas guerras civiles en países como México o Colombia, con decenas de miles de muertos cada año. Generando un aumento de las organizaciones criminales y su poder, así como no incidir en la solución del problema de salud pública que las drogas causan en todo el mundo.

Uruguay ya fue en diciembre pasado, el primer país en legalizar la marihuana, tanto para el consumo, como para su distribución y venta. Y voces tan autorizadas en la materia, como el escritor y periodista Roberto Saviano, famoso por sus libros de denuncia contra la Camorra Italiana, como Gomorra, y recientemente con CeroCeroCero, en el que analiza el papel de la Cocaína como negocio y su relación con las finanzas internacionales; siempre ha dicho que la única solución sería legalizar las drogas, para así cortar el ingente auge de las organizaciones criminales, que con su poder impregnan a toda la esfera económica, y dedicar los ingresos que procederían de su regulación y de los impuestos, a combatir sus efectos en el ámbito de la salud y la sociedad en general.

El negocio del tráfico de estupefacientes es imposible de medir, pero si atendemos a las estimaciones de la DEA norteamericana, podría superar los 500.000 millones de dólares en todo el mundo. Roberto Saviano, que afirma que la Coca dirige el mundo, llega a afirmar que lo apropiado sería hablar de billones de euros. Lo que transforma esta noticia en algo muy importante y trascendente para todos.

Toda esa incalculable riqueza será ahora controlada y redirigida hacia la sociedad, transformando esa economía sumergida en legal; lo que supone una inyección de ingresos incalculables para los estados, solamente en impuestos. Y ese dinero se puede orientar a mejorar el maltrecho sistema global tras la crisis, lo que supondrá inversiones en educación, sanidad, infraestructuras e investigación. Al menos, esa es la promesa que según Kofi Annan, ha movido hacia esta iniciativa a todos los líderes de los países que van a firmar este acuerdo mundial. Sin duda, una promesa de un mundo mejor.