Y si los Heteros se Aficionaran al Cruising…

Cruising Hetero

El sexo heterosexual, siempre apegado a ritos y mojigaterías, al liberarse con la moda del sexo al aire libre, sin mediar palabra y sin más compromiso que la actitud de si te he visto no me acuerdo, se ha revelado como la fuerza pacificadora que ha ayudado a demoler, con sus nuevas y desprejuiciadas prácticas, muchos de los tabúes, intolerancias y tensiones que tanto caracterizaban la vida cotidiana de nuestra moderna sociedad.

Hay muchas teorías de cómo comenzó el proceso, aunque sin duda la cura del Sida parece el punto en común y el cuándo que une a todas ellas. Sea como fuere, sin duda la moda del Cruising que tanto se criticó en la comunidad Gay, ahora que se ha implantado entre los heterosexuales de todo el mundo en cuestión de dos lustros, ha transformado para bien nuestra sociedad. El machismo y la prostitución han disminuido a cuotas ínfimas, y el buen humor y la falta de estrés parecen haber transformado a la mayoría en ciudadanos más comprensivos, tolerantes y solidarios. Pero sobre todo las actitudes autoritarias han dado paso a una empatía hacia aquellos a los que hasta hace poco, la diferencia y los prejuicios, alejaba. Y es que sin duda se ha demostrado que pecar, une más y genera mejores personas, que la castidad.

Lo más paradójico ha sido cómo el papel de la mujer, con su desinhibición frente al sexo, en contra de lo imaginado, no ha hecho más que hacerle ganar respeto e igualdad frente al hombre; quizá porque el desfogue de tantos años de represión y contención moral ha descubierto al hombre y a la mujer idénticos, en su instinto y en la alegría de desembarazarse de tantas trabas y tradiciones sociales que por siglos habían estigmatizado y reglado un hecho tan natural y delicioso como la satisfacción del deseo sexual.

Los parques, los servicios de las grandes superficies, las playas y hasta los parkings de ciudades y pueblos se han llenado de miradas libidinosas y gestos cómplices de hombres y mujeres adultos, mezclando a heterosexuales y homosexuales que sin reparar unos en otros, más allá de la pareja temporal elegida para la descarga sexual, se regocijan en un pasatiempo cargado de pragmatismo, placer y ausencia por primera vez de cargas morales. Un paso insignificante en apariencia, pero que milagrosamente ha supuesto una pequeña revolución que ha ido desembocando en comportamientos más tolerantes, abandono de radicalismos religiosos e ideológicos y un auge de la solidaridad, la cooperación y un nuevo sentido de comunidad que ya no hace distingos entre sus miembros. Como si por aceptar la naturalidad del sexo y nuestros instintos, superada ya cualquier etiqueta de pecado y moral, el ser humano hubiera conseguido al fin iniciar un camino de evolución conjunto y armonioso.

Autor: MartiusCoronado

Martius Coronado (Vva del Arzobispo, Jaén 1969). Licenciado en Periodismo, Escritor e Ilustrador. Colabora en Diario 16. Reflejo de la diáspora vital de vivir en Marruecos, USA, UK, México y diferentes ciudades españolas, ha ejercido de profesor de idiomas, jornalero, camarero, cooperante internacional, educador social y cómo no, de periodista en periódicos mexicanos como La Jornada, articulista de revistas como Picnic, Expansión, EGF and the City, Chorrada Mensual y El Silencio es Miedo, así como ilustrador o creador de cómics en diferentes publicaciones y en su propio blog: www.elpaisimaginario.com La escritura es una necesidad vital y sus influencias se mezclan entre la literatura clásica de Shakespeare o Dickens al existencialismo de Camus, la no ficción de Truman Capote, el misticismo de Borges y la magia de Carlos Castaneda, en cuyo homenaje creó: El Chamán y los Monstruos Perfectos, disponible en Amazon. Finalista del II premio de Literatura Queer en Luhu Editorial con la Novela: El Nacimiento del Amor y la Quemazón de su Espejo, un viaje a los juegos mentales y a las raíces de un desamor que desentierra las secuelas del Abuso Sexual.