Una Transición Incompleta

Transición

Los documentales sobre la Transición española, al menos para todos aquellos que la vivimos, tienen un poder emotivo indudable. Supongo que el grado varía según la edad en la que nos pillara, la conciencia política y la historia familiar de cada uno. Aunque aquel logro, calificado de ejemplar y único con razón, en mi modesta opinión siempre ha estado huérfano de una mirada más punzante y crítica. Quizás no sólo por lo que entonces pasó, sino por lo aquel parto y la suma de los años, ha creado. Recuerden que nada es casual, y alguna razón habrá, para que aquel inicio nos haya hecho desembocar en el presente.

Toda idealización se centra en una de las caras y su afirmación continua, eclipsa al resto de los hechos. No sólo a los que ocurrieron, sino a los que están por venir. ¡Y claro, no lo vimos llegar! Nos creímos que tras la gloriosa batalla, la democracia era un derecho al que no hacía falta cuidar.

El cambio sin precedentes que se produjo entonces llevó a una generación al poder, y al parecer les dimos demasiada carta blanca. La máxima dice que la historia la escriben los vencedores. Y ciertamente aquellos que entonces coparon los puestos de relevancia en toda la esfera social, han sido los únicos filtros relatores de nuestra historia reciente. ¡No sé si se han dado cuenta de que el drama yace ahí, en que lo siguen siendo! Y tamaña importancia, nunca oí que se tomara en cuenta. Y lo más importante, inhibe cualquier otro punto de vista, pues sólo la palabra de aquel que la tiene, prevalece.

Aquel cambio generacional no ha vuelto a suceder, y esta trascendencia puede que explique las deficiencias que hoy muestra nuestra democracia. Porque esa misma generación que recibió el título de demócrata, en su actitud totalitaria de aferrarse al poder, es la que ahora nos descubre que sus mañas estuvieron más por hacer de lo público un negocio privado, con el que enriquecerse y alcanzar el prestigio social, que un desinteresado y honesto servicio a la nación. España venía de cuarenta años de dictadura, y esa verdad nunca nos ha hecho pensar más allá del aplauso. Esa generación tuvo la fortuna de crear las bases de un país nuevo, pero su comportamiento ha sido el de apropiarse del camino creado. Hubo un nuevo sistema de juego, pero la idiosincrasia y lo mamado en cuatro décadas, no se deja tan pronto de lado. A la generación siguiente y a las posteriores, entre las que me incluyo, se les ha otorgado el papel de figurantes, pero nunca el derecho democrático de ser un relevo. Como un tic heredado de la dictadura, que escenifica cómo el calado mítico de la Transición, hace olvidar que la democracia no se crea en un momento, sino en cada momento.

Los creadores de la nueva patria, permítanme la expresión irónica, nacieron en la década de los cincuenta, en su gran mayoría, aunque algunos lo hicieron a finales de los cuarenta o principios de los sesenta, y nunca han dejado las riendas del poder, sólo han ido intercambiando roles. Llámense Miguel Blesa, Rubalcaba, Rajoy, Esperanza Aguirre o Pujol. Habrá excepciones, pero no por ello invalidarán la generalidad del hecho. A su entrada a la edad adulta se encontraron con oportunidades laborales y un nuevo mundo por crear, pero no ocurrió así con los que vinimos detrás. En los noventa ya estaba repartido todo el pastel, y las generaciones más preparadas académicamente nos hemos topado con un muro, al que sólo mediante amiguismos o enchufes se podía acceder. Curiosamente ya han pasado cuarenta años, casi los de una dictadura, y ahora que termina su ciclo se hace evidente que su gestión no ha estado a la altura. Porque cuando el poder se vuelve rutina, debemos considerar que el hecho no ha podido ser causado por un ideal democrático.

La codicia puntual de quien nunca ha tenido acceso a nada, difiere mucho de la generada por años de encumbramiento social, que es la que vivimos. Ésta les ha hecho creer que no era más que un pago merecido y casi obligado, por unos servicios que sólo a ellos se han prestado. Lo peor es que los sueldos, dietas, pensiones y jubilaciones, muy por encima de los del españolito medio, no les han bastado. Y eso demuestra la impunidad con la que han actuado, y sobre todo la que los protege; porque saben que ellos son el poder y que no existe una contrapartida a la que temer.

La regeneración de la que hablan ahora los medios de comunicación, sabemos que no va a tener lugar, porque ellos no van a recortar sus privilegios y menos aún crear los instrumentos que puedan penalizar sus desmanes, su corrupción y que en última instancia, los pueda llevar a prisión. La crisis que sufrimos todos, ha sido generada por usar lo público de forma negligente, endeudar las instituciones para sacar tajada de las empresas concesionarias e intervenir en entidades bancarias para sus juegos de poder. Y sin embargo, el pago repercute en todos, menos en ellos.

Recapaciten y piensen sobre lo dicho, quizá mi análisis les parezca erróneo, a mí me deja un sabor a inmovilismo y poco a democracia. Sobre lo que no cabe duda es que la solución llegará cuando se produzca un verdadero cambio generacional, que traiga nuevas formas de pensar, de actuar y de considerar lo público, como lo que es, un bien de todos y no de una élite. Para llegar a la transición necesitamos cuarenta años, esperemos que no hagan falta muchos más para la nueva, porque quizá para entonces ya no habrá forma de cambiar el modelo injusto y antisocial que ahora nos implantan.

Homo Protésicus: El Matrimonio como prótesis

Homo Protésicus

Fue en La Alameda Central, en el DF, en una de esas noches en las que los pasos se entrecruzan con miradas ávidas, que conoció a Arturo P., cuarentón trajeado, de porte tradicional y viril. Nada en él hacía pensar que se valiera de prótesis o postizos. Es más, lucía su escasa cabellera con donaire, e incluso el centro de su cuerpo –¡tan abultado!– resultó ser cierto. Pero las mayores prótesis siempre resultan invisibles.

Fue, como decía, una de esas coincidencias que se buscan, que se necesitan, que arden cuando el deseo aflora, al menos en la mirada recíproca de Elías A. M., mi amigo y viviente relator de esta anécdota: ¡Buscaba verga! Su mirada de tan directa intimidaba a todo aquel con quien se cruzaba, parecía darle igual con quien irse. Yo iba a diario, nunca lo había visto, y el encuentro de su mirada sin duda me prendió.

El lenguaje de sus ojos, me contó, los convino a sentarse, se presentaron y comenzó la plática. El fin del trato se demoró más de lo previsto para un encuentro homosexual tan urgido, algo común en nuestra cultura mexicana –me confirma Elías–, tan acostumbrada al rodeo como solución al camino más corto. Trataron muchos temas: la ubicación domiciliaria, el trabajo, la asiduidad al reciento de La Alameda y alguno más que mi confidente no recordaba; pero al llegar a la familia, la gran prótesis se hizo visible.

“Se puso tan nervioso que terminé por inventarme yo también un matrimonio postizo, aunque claro, el mío fuera menos real, pero imagino que no menos truculento. Ya que el señor Arturo, aquella noche, se descubrió en mi cama como toda una señorona.”

Ni existen, ni existirán estadísticas que indiquen cuántos de nuestros congéneres hacen uso del matrimonio, o de la unión heterosexual, como prótesis que les ayuda socialmente a aparentar normalidad. Si escuchamos a algunos de nuestros amigos gays dudaremos de cualquiera. Ralf König, autor de cómics y gran icono homosexual, pone en boca de uno de los personajes de Cómo Conejos (Ediciones La Cúpula, Barcelona, 2003) lo siguiente: “Los hombres heterosexuales que tienen idea de lo que es el buen sexo, son homosexuales latentes. Y al fin y al cabo los hombres heterosexuales muy atractivos son en el fondo homosexuales, tanto si tienen idea del buen sexo como si no.”

         No hay que exagerar, pero lo que no escapa a nadie que esté en contacto con el ambiente homosexual, es que en él abundan las relaciones-fachada, la doble vida. Lo dramático es que muchos se sienten tan presionados por su entorno social y familiar, que hacen de la mentira una prótesis tan gigantesca, tan cotidiana y tan necesaria, que no se atreven nunca a desprenderse de la máscara. Debe ser muy doloroso llevar esa cruz postiza y culpable; una suerte de actuación eterna y siempre con miedo a que sea descubierta.

Héctor V., amigo chiapaneco, me relataba el tormento continuo en que se convirtió su matrimonio: “A los 18 años me casé y pensé que mis experiencias homosexuales eran parte de un pasado que podía dejar atrás. Hasta el nacimiento de mi primer hijo, el deseo asaltaba dos-tres y rara vez la engañé, pero desde entonces la necesidad de las miradas furtivas y el deseo constante me fueron volviendo irritable. Siempre que ella me miraba creía percibir que lo sabía. La culpabilidad, ahora lo comprendo, fue la que me hacía tomar tanto. ¡Acabé maltratándola, incluso delante de mis chamacos! Al final, no sé de dónde, agarré el valor de decirle. Casi he perdido el contacto con mis hijos y padecido el rechazo de toda mi familia, pero de alguna forma ahora me siento en paz; siento que en mi vida por fin soy yo, y no lo que otros quieren que sea. “

La unión hombre-mujer es la piedra angular de cualquier civilización conocida, y desde la aparición del cristianismo, y la consecuente satanización de la homosexualidad, se ha convertido en una institución social ineludible e importantísima. El matrimonio no sólo suscita en nosotros la idealización del amor, o la imagen del contrato social más importante y cercano a lo sagrado, también es la gran prótesis, el gran postizo sin el cual un ciudadano no puede, incluso hoy, ser considerado como tal. El hombre dio el gran salto frente al resto de los animales al mostrar su predilección por los postizos, por las prótesis que le aportaban todas aquellas capacidades naturales que él mismo envidiaba. La civilización es esa gran prótesis cada vez más elaborada, más antinatural, en cuyo desarrollo ha ido creando nuevos postizos para todos, y que sigue reinventando nuevos. No es de extrañar, pues, que ese Homo Protesicus del que descendemos, haya creado justamente en el centro de las relaciones humanas el mayor postizo.

Tampoco extraña que a partir del Romanticismo, desde la rebelión del individuo ante la sociedad, la gran prótesis haya entrado en crisis. Los matrimonios hasta entonces, se acataban en público y se burlaban en privado, pero la actitud de Oscar Wilde en su proceso por sodomía, mostró que esa gran prótesis obligatoria, también era una gran mentira que negaba el propio deseo. Virginia Wolf, por su parte, fue una de las primeras mujeres en reclamar el derecho a sentir y a expresarse, y a ser consideradas como algo más que la base de la prótesis social por excelencia. Sus obras dibujan a la nueva mujer y su derecho a elegir, con vehemencia y elocuencia, su propio destino, si bien el tema de la libertad sexual, aún deba expresarlo con el tacto que proporciona la literatura. No en vano Orlando (1928) es una declaración de amor a Vita Sackville-West, amiga de la que estuvo profundamente enamorada.

Actualmente, y sobre todo en la sociedad mexicana, la mujer no se atreve a enfrentarse o a renunciar al postizo al que está destinada; y el lesbianismo no se ve urgido al ocultamiento radical, por la nada sospechosa intimidad de dos amigas. Un botón de muestra nos lo da la confidencia de una buena amiga lesbiana, Laura B., de 24 años, crecida en la gran apertura sexual española: “Mis primeras experiencias fueron con chavos y no porque me gustaran; de adolescente ya me atraían mis propias amigas, pero no sé… de alguna manera sentía que debía casarme para no defraudar a mi familia. Casi lo hice… ¡gracias a Chiqui (su actual pareja) ja, ja, ja, no voy a caer en la trampa!”

Pero quien hizo la ley hizo la trampa, y no cabe duda de que la prótesis matrimonial ha servido, así sea en contadas ocasiones, para dar amplia libertad sexual a sus contrayentes, transformándola en su mejor cobijo. Me refiero al célebre matrimonio de Paul y Jane Bowles, quienes bajo la fachada de normalidad, y dentro del gran y sincero amor que se profesaban, consiguieron crear una cómplice relación de respeto hacia sus mutuas y divergentes tendencias homoeróticas. ¡Cuántos matrimonios heterosexuales no envidiarían llegar a una décima parte de su comunicación y felicidad, dentro de su prótesis institucional!

Pero gracias a Dios –y a pesar suyo– los tiempos están cambiando, y la decadencia de la tradicional prótesis marital está dando lugar a nuevas concepciones de la pareja, más acordes con la naturaleza humana. Probablemente las nuevas parejas que se formen tiendan a convertirse también en prototipos postizos, no por nada somos seres civilizados y protésicos; esperemos que al menos estas nuevas prótesis generen una felicidad más duradera, más real y quizá –sólo quizá– menos aparente.

Revista Picnic – Marzo/Abril 2005

Rouco Varela propone que la Iglesia pague Impuestos

RoucoVarela

     Antonio María Rouco Varela, expresidente de la Conferencia Episcopal Española, ante la aceptación por parte del Vaticano de su renuncia al arzobispado de Madrid, cese que entrará en vigor a finales de Agosto o principios de Septiembre, ha sorprendido a propios y extraños al declarar en Trece TV, que la Iglesia Católica debería pagar impuestos. Y no sólo eso, sino que ante la perspectiva de tener mucho tiempo libre va a crear una plataforma para promover esta iniciativa.

      Declaró: “Entre mis amistades vengo discutiendo, desde hace tiempo, esta posibilidad. Y estoy completamente convencido de que su coste no es tal sino una inversión, ya que va a otorgarnos a todos, ventajas a medio y largo plazo. La institución eclesiástica necesita revertir la imagen que de ella se está dando en algunos sectores, y ante la situación de crisis económica y social, es fundamental que la sociedad civil perciba que el clero está de su lado. No creo que haya mejor inversión de futuro, no sólo para la pervivencia de los valores cristianos, la fe y el aumento de las vocaciones entre los jóvenes, sino, y lo más fundamental, para dar ejemplo mundano y tangible, nosotros que tenemos, digámoslo así, una situación fiscal y bancaria, más que saneada.”

           En la actualidad la Iglesia Católica está exenta de pagar la mayoría de tasas, como el Impuesto de Sociedades, y además recibe del Estado Español el 0.7% del Impuesto sobre la Renta. Pero quizá donde más puede llegar afectar, si llega a ser aceptada la propuesta por la curia vaticana, es en el pago del IBI, Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Ya que por la enorme cantidad de propiedades que posee la Iglesia Católica en España, su repercusión en las cuentas del Estado supondría un ingreso extra anual cifrado en la nada desdeñable cantidad de 3 mil millones de Euros. Una cantidad que sin duda podría dedicarse a paliar, y en muchos casos a solventar, las deficiencias sufridas en Educación, Sanidad, Servicios Sociales o Investigación y Desarrollo; por nombrar algunos campos.

          Algunas voces críticas del arzobispado madrileño, apuntaban esta mañana, que esta sorprendente postura respondía al fervor que siente Rouco por el nuevo Papa, y que es una forma de ayudarlo a reformar la Institución Eclesiástica, desde fuera. Se esperan reacciones en los próximos días, tanto de las diócesis españolas, como de las italianas. Aunque corre el rumor de que el Vaticano está detrás de la iniciativa, éste aún no se ha pronunciado.

El Programa Electoral será un Contrato Inquebrantable

Soraya

     Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta y portavoz del gobierno español, acaba de anunciar que su partido llevará al Congreso una propuesta de Ley Orgánica, que según sus propias palabras: “Revolucionará y sentará las bases de una nueva democracia en Occidente, y cuyo ejemplo, no dudo, de que pronto será imitado por los Estados de rancio abolengo liberal, como Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Alemania; si quieren seguir siendo considerados como un referente para la libertad y la democracia global en las próximas décadas.”

El Proyecto de Ley Orgánica afectará al Régimen electoral general, y su novedad radica en que los programas electorales de los diferentes partidos políticos serán considerados como contratos directos e ineludibles entre los electores y los políticos elegidos. Por lo que sus clausulas y propuestas deberán traducirse en iniciativas legislativas y normativas, cuya omisión o incumplimiento acarreará la pérdida de la condición de diputado, senador, alcalde, presidente autonómico, ministro o cualquier otro cargo electo, que hubieren llegado a ostentar, como resultado de un programa electoral fraudulento o infiel con sus verdaderas intenciones ejecutivas.

El borrador observa que ante cualquier denuncia popular avalada por 100 mil firmas o ante la acusación formal de cualquier grupo de la oposición, se formalizará la creación automática de una comisión de investigación independiente, quien por vía administrativa y urgente dará respuesta y veredicto en menos de un mes. Las consecuencias para el infractor individual, también contemplan la devolución integral y con intereses de los emolumentos percibidos hasta la fecha, la inhabilitación para cargo público de por vida, y en los casos más flagrantes, llegar a tener la obligación de trabajar como barrenderos en la localidad de origen durante el resto de la legislatura.

Sí la infracción la produjere un presidente del Gobierno, o un número superior a la docena de los integrantes del partido en el poder, se disolverían las cortes y en un plazo no superior a 3 meses se convocarían elecciones generales.

La iniciativa legislativa llegará, tras el verano, al Congreso en la apertura del nuevo curso legislativo. Fuentes oficiosas de “Podemos” ya la critican abiertamente, por suponer, para ellos, puro populismo y arrebatarles uno de los puntos estrella de su futuro programa electoral.

Retorno al Pasado #1

En una realidad paralela, España sufre una gran crisis económica y social. Los Superhéroes que no pertenecen al gobierno han sido prohibidos por ser considerados «antisistema» y son perseguidos por la Liga de la Moral Democrática, que por ley ejercen un control total sobre los disidentes.
Dos figuras pasean por la noche de Madrid. Uno de ellos camuflado bajo sombrero y gabardina, porta un traje de superhéroe, desoyendo la ley, y dice venir para cambiar el futuro.
Retorno al Pasado #1

 

Los Antidisturbios Mexicanos obligados a grabar sus acciones

Peña Nieto

       El congreso mexicano aprobó para su cuerpo policial antidisturbios, los gentilmente conocidos como Granaderos, un nuevo y revolucionario protocolo de actuación que obliga a sus agentes a portar, en acto de servicio, una cámara web que registrará sus movimientos. Las grabaciones se emitirán en tiempo real por internet y quedarán recopiladas, con número de agente y fecha, en una web de acceso público. La pionera medida significa un paso inequívoco hacia la protección de los ciudadanos que ejerzan su derecho de manifestación, y va dirigida a evitar cualquier tipo de abuso, agresión gratuita o desmán de las fuerzas de seguridad.

      El presidente Enrique Peña Nieto afirmó, el pasado domingo tras el acuerdo alcanzado por todos los grupos políticos, que la nueva directiva surgía a iniciativa propia y que con ella el pueblo mexicano mostraba al mundo el camino verdadero que debe tomar la democracia en el siglo XXI. “No ha habido reforma legislativa que me produjera mayor satisfacción que ésta, -señaló- si descontamos la reforma laboral emprendida por mi ejecutivo que consiguió evitar la pobreza con salarios de 7 pesos (45 céntimos de €) a la hora.”

       Además de proteger los derechos de los manifestantes, se prevé que las grabaciones sirvan para prevenir destrozos de mobiliario urbano y actitudes violentas por parte de todos, ya que los hechos serán grabados y podrán ser utilizados como prueba legal, tanto por la policía como por los manifestantes.
Opiniones de países tan dispares como Irán, Israel, Estados Unidos o Rusia y emitidas por políticos de todo el espectro ideológico, se han apresurado a confirmar que llevarán, a sus respectivas cortes, iniciativas de ley parecidas para seguir el ejemplo. Incluso algunos presidentes, como Nicolás Maduro de Venezuela, han afirmado sentir envidia por no haber ellos acometido antes esa reforma. Y que en menos de dos semanas se llevará a cabo, para demostrarle al mundo que ellos también son democráticos.

      Una noticia más que muestra que, a pesar de la crisis, esta humanidad parece haber aprendido y está dispuesta a no cejar hasta convertir este planeta, en un mundo más humano y justo.

España multará a los políticos que no rindan cuentas a la Prensa

 Gallardón

        El ministro de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, confirmaba ayer en comparecencia pública, lo adelantado la semana pasada por la presidenta del PP, María Dolores de Cospedal; los políticos que se nieguen a contestar y a atender a todos los medios de comunicación por igual, serán sancionados hasta con un año de su sueldo, en concepto de multa.

            Los representantes públicos, como tales, no pueden negarse a contestar ante la voz pública que representan los diferentes medios de comunicación. Éste, afirmó Gallardón, es el espíritu que le ha movido a proponer la norma legal que se avecina. “Me llegaba a dar vergüenza ajena constatar, -especificaba- cómo, miembros de mi partido o de la oposición, seguían su camino despreciando las preguntas que los medios a su paso les lanzaban. Por lo que supone de falta de tacto, respeto y símbolo de prepotencia, ante los representantes informativos del pueblo, que es a quien debemos dar siempre cuentas y sobre todo mostrar la más escrupulosa de las deferencias.”

            La nueva norma recoge también, que en todas las comparecencias públicas, tanto del gobierno estatal, como de las diferentes administraciones regionales o locales, los políticos, no podrán dirigir los turnos de preguntas, ni vetar a ningún medio que no consideren afín. Como en ocasiones ocurría con los reporteros más críticos, que en muchas de las ocasiones, no podían formular pregunta alguna, como solía ocurrir con el desaparecido periódico Público, en las ruedas de prensa de Moncloa o del Congreso.

            Las multas tendrán en cuenta el sueldo mensual del político que las infrinja, y variarán desde la menor de un mes, por una respuesta que no se ciña a la pregunta efectuada, agravándose según sean por rodeo, omisión, reiteración o tomadura de pelo; hasta el año de sueldo e inhabilitación para ejercer cargo público ad perpetuum.

            La disposición ha sido tomada con alborozo por todos los miembros de la sociedad española, y en especial por los dirigentes del PP, a los que les parece que la medida demuestra la regeneración que prometió su partido, a la vez que refuerza la indudable popularidad de su ministro estrella y progresista.

Bangladesh obliga a pagar salarios justos

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        La primera ministra Sheikh Hasina acaba de anunciar que a partir del próximo mes las empresas extranjeras textiles que radican en su país deberán aplicar las legislaciones laborales de sus distintos países para con los trabajadores. Tan revolucionario anuncio va a suponer una importante reforma legislativa que en algunos aspectos significará también una reforma constitucional, lo que implica un adelanto de las elecciones. “No me importa si pierdo la presidencia, -ha declarado- ya que hemos conseguido un pacto entre todas las fuerzas políticas, y sea quien sea el partido ganador, la reforma se llevará a cabo. Y el pueblo, es algo que olvidamos con frecuencia los legisladores, es lo primero.”

          El nuevo contexto jurídico afectará a empresas españolas como Inditex o El Corte Inglés, a inglesas como Primark, canadienses como Loblaw, las americanas Tommy Hilfiger o Calvin Klein, a la alemana Tchibo o a la danesa PWT Group. Un alto número de expertos consultados, considera que de hecho afectará a todas las grandes corporaciones y marcas que dominan el mercado textil mundial. Lo que supondrá que los trabajadores cobrarán, al menos, el sueldo mínimo de los países de origen de las empresas en las que laboran. La medida se hará para que, de igual forma, repercuta en los obreros, aunque donde trabajen sea una subcontrata o una empresa intermediaria dentro del proceso de fabricación de las prendas que ofrecen las famosas marcas occidentales.

           La primera ministra advirtió que ya ha mantenido contactos con otros países, como Pakistán, India, China o Malasia, y que todos van a dar el mismo paso. Por lo que afirmó sentirse muy segura de que no habrá represalias ni retiradas de capital. “Nos encontramos en la creación de un nuevo orden mundial, -afirmó- y tras la tragedia de Savar, nos hemos dado cuenta de que en el orden de prioridades debe regir la justicia, la equidad y el ser humano; y nunca más el mercado como única medida y ley.”

 

           Cientos de manifestaciones espontáneas y festivas han tomado las calles de las más importantes ciudades del país, apoyando el giro legislativo, por lo que parece claro que su reelección está asegurada. Pero lo más llamativo es que los ministros de la mayoría de países del primer mundo afectados, porque sus empresas textiles trabajan allí, han aplaudido la ética de la medida. Sin duda, el mundo, tal y como lo conocíamos, está cambiando.

La Iglesia Ortodoxa Griega compra y abarata la Luz

 Iglexia Ortodoxa

      Atenágoras de Kidonion, representante del patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Griega, anunció el martes la compra de la compañía pública de luz PPC, con el propósito de abaratar su coste y ayudar con ello a la población. La crisis, en la que está sumido el país heleno, ha supuesto que la factura de la luz subiera de media un 9,2% en 2012 y hasta un 15% en 2013. Con esta adquisición la Iglesia promete una bajada, para los hogares necesitados, de hasta la mitad de lo pagado en la actualidad.

            “Dios siempre vela por los necesitados y nosotros como los representantes del Altísimo en la tierra, haríamos una mala labor si, dentro de nuestros medios, no damos ejemplo y emprendemos acciones directas que ayuden cuando más urgencia existe”, declaró. La sorpresiva maniobra ha supuesto también, la paralización de la entrada de empresas de carácter privado al sector, medida que parecía ineludible tras las presiones de la UE y de los prestamistas del FMI. “La iniciativa privada no iba, -añadió- a traducirse en una rebaja de la factura, sino a un incremento. Lo que nos forzó a tomar la decisión.”

            Fuentes oficiosas calculan que, para hacer frente a la compra, la Iglesia Ortodoxa no ha dudado en vender propiedades de valor histórico-artístico y en utilizar parte de sus activos financieros. Hecho que ante las preguntas de la prensa, el representante del patriarcado, no ha querido desmentir, ni confirmar. Sólo ha subrayado que el dinero si existe se debe utilizar para hacer el bien, y que esta acción, cueste lo que cueste, lo merece y amerita.

            Por último ha aprovechado la ocasión para invitar a la Iglesia Católica a tomar medidas de parecido calado. “Puesto que si nosotros hemos podido, -apostillaba- ellos que tienen riquezas incalculables y propiedades en todo el mundo, deberían secundar el ejemplo. Porque no hay mayor labor ecuménica, ni más moderna y cristiana que retomar el ejemplo de lo que haría Jesucristo y plasmarlo en hechos, ante los duros momentos que vive el hombre actual.”

El Mal

Capítulo excluido de la novela: «El Chamán y Los Monstruos Perfectos», de tono místico, fantástico y crítica social.

Como todo ejercicio de creación, dolió dejar fuera al personaje, una vez que el diseño general de la misma cambió. Sin embargo, hay algo en el texto que me sigue cautivando. ¡Espero sus opiniones!

La imagen que lo acompaña es un viejo dibujo (Hechizo Maldito) que sugiere el tono del relato.

Hechizo Maldito

         La existencia es tan poliédrica en sus manifestaciones, como en las voluntades que ejecutan cada una de las variantes de esa misma multiplicidad. Partiendo de una misma naturaleza, los resultados son, pues, infinitos. El ser humano para no perderse en la miríada inabarcable de matices se contenta con simplificar las voluntades en dos. De entre ellas hay una estigmatizada que auna orígenes e intenciones muy diversas, la maldad.

 

        El mal como fin en sí mismo no existe, aunque sí en actitudes que priorizan lo propio avasallando a cualquier precio lo ajeno. Es decir el mal cohabita en cada uno de nosotros, es simplemente una faceta más de la existencia, por ello el malvado es simplemente aquel que toma esta posibilidad como premisa.

         Uno de esos jóvenes taciturnos y ninguneados por su entorno que cría el desdén moderno y la falta de calor humano, encontró en la soledad dolida de su rabia un asidero de venganza abrazando esa voluntad como única vía de afirmación. Si a nadie parecía importarle él, sus actos no tendrían en cuenta a nadie más que a él. Ese comienzo nada original y bien deambulado por cualquier adolescente, terminó por instaurarse como su única norma. Quizá porque el desdén de su entorno siguió, quizá porque nadie le brindó un sincero afecto. El caso es que su norma terminó por hechizar sus gustos y desvincularlo de las briznas del remordimiento.

         Azrael, ominoso nombre con el que se autonombró, se había sentido desde pequeño un bicho raro. Su enclaustramiento y el rechazo continuado pareció empujarlo a cultivar y a aumentar sus gustos mórbidos, y estos a su vez alimentaron su rareza. Primero como una coraza a su pena, y luego como señera orgullosa de su odio y afirmación frente al resto. La muerte, a la que al principio anhelaba su pena infantil, le marcó un gusto siniestro por todo aquello que sonara negativo y con lo que se identificaba. Y si aquellas personas que se consideraban buenas ante sus primeras inquietudes, disfrazadas de travesuras, no hacían más que reprocharle su maldad, su rareza; él acosado, terminó no sólo por creerlos, sino por quererla.

         Encontró en los libros modelos a seguir, mundos que conquistar y fronteras que cruzar. Al principio los leía con un secretismo gozoso pero culpable. Luego con la veneración impaciente del que está preparando no sólo su venganza, sino un plan de vida. Magia, esoterismo, cábala, nigromancia, alquimia, brujería… todo tema sobre el que investigaba lo tomaba como una herramienta que atesorar. Su memoria se convirtió en una esponja con capacidad ilimitada, y entonces decidió que debía actuar. Hasta entonces sólo se había contentado con crear pócimas y ungüentos con las plantas que recogía, pero ahora iba a invocar al poder mismo.

         Primero eligió la meseta de un bosque cercano y la limpió de maleza, más tarde formó con guijarros una rosa de los vientos, luego profanó la tumba, con innegable placer, de su propio abuelo y le arrebató el cráneo, por fin esperó a que llegara el primero de noviembre.

         La noche indicada ungió su cuerpo desnudo con un ungüento de corteza de noguera, unto de macho cabrío y mandrágora como ingredientes principales, y después vistió túnica negra. Sobre la rosa de los vientos roció sangre de un niño al que cuidaba y sobre un tronco muerto, que utilizaba de altar, colocó la calavera entre dos velas negras. Al llegar la medianoche se armó de un tridente de fabricación propia y señalando con él a los cuatro puntos cardinales conjuró a Satán con una invocación sacada de una peculiar edición de El libro de Thot que empezaba así:

         -¡Booz! ¡Adonai! Lux, Tenebrol, ¡Belial! Rey de los Infiernos, poderoso señor a quien el mundo rinde culto en secreto…

         Al terminarla se postró sobre la rosa de los vientos y rezó sus deseos al infinito sin mascullar palabra. Ofrecía servidumbre a cambio de poder, quería convertirse en el mago más temido y poderoso de los tiempos, pasados y por venir. Sin embargo nada ocurrió. A la hora se incorporó incrédulo y dolido de que también el mal lo despreciara. Descargó su furia contra las cosas que lo rodeaban, y no cejó hasta pulverizar el último trozo de cráneo que alcanzó a ver. Después lloró, protegido de la total oscuridad como cuando niño.

         Aquel primer fracaso, en lugar de sumirlo en el desaliento, lo encorajinó en la búsqueda de nuevas fórmulas, empecinado como estaba en que si otros habían conectado con esos seres, él no iba a ser una excepción. Pensó que para atraerlos debía cambiar su actitud, si su comportamiento hasta entonces no había sido el más modélico, en adelante sería el más malévolo. Sus pequeñas maldades se agrandaron hasta planes milimetrados durante meses, para causar el mayor dolor. Entre su familia usó el papel del despreciado, para con el lazo del afecto arrancar secretas intimidades que destiló en ocasiones señaladas y festividades varias, para frustrar bodas, desunir hermanos y quebrantar almas.

         Sin embargo fue con su única, digamos amiga, que rompió el último lazo de piedad y selló su destino con una pena inesperada. Diana era una jovencita fascinada por los vampiros, el estilo dieciochesco y los vestidos negros. Había compartido aula con Josué, antes de que se cambiara el nombre por Azrael, y a pesar de la frialdad de éste había terminado por hacerse su amiga. Con una simple frase había roto el hielo.

         -Hola, ¿cómo te llamas? Te parecerá una tontería, pero me recuerdas a alguien, como si en otra vida… nos conociéramos.

        Diana había sido una válvula de escape necesaria contra su aislamiento, y aunque con reservas le había terminado compartiendo sus libros y parte de sus oscuros gustos. Sin embargo que continuara frecuentando sus otras amistades y que pareciera querer algo más que amistad, lo mantenía sobre aviso. Ella podía tener al chico que quisiera, pues aunque de gustos siniestros, era alegre, popular y de una belleza cautivante. Entonces, se preguntaba desconfiado, qué iba a querer de él, impopular, contrahecho (tenía una pierna más corta y un ojo estrábico) y malvado; si no era la aviesa intención de ponerlo en ridículo.

         A pesar de la coraza que se había creado por años, el roce le fue creando dudas y un afecto, que aunque no exteriorizaba, lo sorprendía con ensoñaciones que le tranquilizaba castrar. Pero Diana leyó, tal vez en el aire de su amigo, algo distinto y un día se atrevió a atacar. Lo besó en un descuido, y ante su rechazo, tras una dulce perorata le indicó que su problema era que no se dejaba amar, y ella, aunque no la creyese, lo amaba. Él le pidió que se fuese inmediatamente, y con un desliz que consideró debilidad, le gritó cuando partía, que no permitiría que se riera nunca más de él.

         La noche que siguió, los insomnes sueños de felicidad, le amargaron los planes de futuro que para su vida había trenzado. No, no podía caer en un sentimiento tan débil ahora que por fin vislumbraba la promesa de un encuentro. En las últimas semanas había estado utilizando ciertas plantas de poder para sumirse en un estado de conciencia alterado, y al contrario que en otras ocasiones en que los retazos eran inconexos y olvidados, ahora un ser intangible y con aspecto de jaguar se repetía y le hablaba de concertar un pacto beneficioso para ambos. Incluso recordaba que le ofertaba poder y él prometía, en pago, un sacrificio. Los detalles se perdían, pero no su nombre, Aiwaz.

         El sueño no llegaba para levantar un muro y salvaguardar su tranquilidad, y en su lucha Azrael acudió a la maldad. Se dio cuenta de que inconscientemente había excluido a su amiga de sus juegos malévolos, y para ahuyentar el afecto y el sentimiento de debilidad que le producía, ideó para ella un nuevo plan. Pensó que si el querer era fingido lo merecería, y si no tanto mejor, ya que así borraría la descubierta flaqueza y a la vez engrandecería sus méritos ante los representantes de la oscuridad. Una vez pergeñado el plan pudo dormir. Mas en su reposo, para su mal, soñó que el amor triunfaba.

         Cuentan, pero las lenguas de los hombres gustan a posteriori de afilar los detalles, que el día que precedió a los hechos Azrael lució una felicidad desconocida. Que sus ojos refulgieran con el brillo del amor para unos, y la parturienta maldad para otros; no refleja la memoria de su dueño. Fue un calvario de ansiedad, donde la pena, la ira y la felicidad parecían fundirse en el único anhelo de que todo acabase. Y aunque tenía un plan no sabía cómo.

         Le había escrito una carta citándola, sólo si de verdad lo amaba, a medianoche en el llano del bosque donde realizara su primer intento de invocación. Sabía que a esa hora sus padres no iban a dejarla salir, así que tendría que salir a escondidas, algo que ya había ocurrido otras veces. Para la ocasión había preparado un nuevo altar con velas, algunas pócimas y una cámara oculta tras el follaje y dispuesta a grabarlo todo. Se había preparado un guión de preguntas con el fin de que las respuestas no pudieran variar mucho y al montarlas, poner en evidencia las intenciones de ella. El proyecto era simple, hacer unos conjuros y luego si aseguraba que lo amaba, sellar su unión ante los seres oscuros que iba a invocar teniendo sexo allí mismo.

         Llegó una hora antes y en la espera los nervios fueron un suplicio interminable. Quería que viniese, presentía que no faltaría, pero algo en su interior prefería que nunca apareciese. Porque si llegaba, su plan de cualquier forma era la traición y por un momento pensó que no tendría el valor. Aquello que sentía, ¿era el amor?, se preguntaba. Temblando de ver que sin duda ella era la única persona por la que hubiera dado la vida. Pero sus planes y el odio a los demás le ofrecían una inercia que lo calmaba. El sentimiento, se persuadía, era la falaz debilidad que como prueba le requería Aiwaz superar, para así demostrar que era digno. Y entre tanta duda, si algo quedaba fijo era que al poder no iba a renunciar.

         Divisó desde la meseta en la distancia y comprobó, aliviado, que nadie parecía aproximarse. Pasaba en más de media, la hora de la cita, y la ansiedad liberada le pidió actividad. Así que tomó el ungüento que había usado para contactar con el ser incorpóreo y lo restregó en cantidad generosa, en vez de en una sola zona como hasta entonces, por las corvas, las sienes, las axilas y toda superficie de la piel que supiera que lo absorbería con rapidez. Luego presa de una agitada diligencia se desnudó y conjuró, con palabras que no conocía, a Aiwaz.

         El tiempo se detuvo y sus sentidos se amplificaron en un mundo oscuro en el que sólo parecían estar los dos. Aiwaz se mostró imponente en su amplitud, como si su tamaño lo impregnara todo y su forma intangible fuera el todo ante el que Azrael se postraba con veneración y miedo. Uno rogó sin hablar y el otro le contestó de igual forma.

         -El poder inconmensurable de Aiwaz está a tu servicio y tú al servicio inviolable de Aiwaz. Mis caprichos son tu meta, tus deseos mi voluntad. Ahora, sólo te queda pagar.

         En ese instante supo. A la par que su ser se desmembraba al cruzar unas líneas paralelas y sentía como una torcedura en su cuello reacomodaba su energía, que el momento del pacto había llegado. Luego cuando su propia esencia, emergía del abismo, notó una conciencia y, sin dilación, la tomó sin piedad y la sacrificó en el altar. Y después de esta pequeña eternidad, la realidad.

         Diana yacía a sus pies, muerta. Tenía el cuello destrozado y estaba cubierta de sangre, pero no más que él. No recordaba los hechos, pero los sabía. Los había conocido en un instante, justo antes de volver. Ella era el pago, y él el ejecutor. Sus poros bebían del pacto y se henchían con el poder mismo y aunque surgió una duda; supo que no había vuelta atrás. Era más de lo que nunca había imaginado, y esa misma merced le hacía comprender la grandeza de la vida y todo a lo que había renunciado. Y si bien no extrañaría lo que nunca había sido suyo, sí lo que lo fue.

         Se acercó a la cámara, no le hacía falta porque todo sabía, pero le urgía. La rebobinó. Vio la llegada de Laura, lo recordaba, pero le embriagaba regodearse en los gritos y las alharacas preocupadas de ésta ante sus convulsiones. Contempló los besos y caricias que le prodigó para sacarlo del trance, cada detalle lo tenía presente, pero nada lo mesmerizaba más que ese trozo de realidad grabada. Siguió con su aparente despertar y su petición al vacío para que aceptara a su misma madre de ofrenda, y aunque recordaba la negativa, se reconfortó de ver que al menos una máquina sabía que lo intentó. Luego la promesa de amor eterno que calló con un beso, le emocionó ver que fue verdad. Beso que aún le olía y selló el final. Después simplemente no pudo ver más. El resto se había incrustado en su mente. Apartó la cámara, y dicen que por horas no dejó de llorar. Después desapareció como una sombra que lleva el viento, dejando atrás las pruebas de sus hechos y jurándose que aquella tierra no la volvería a pisar. Y lo cumplió, hasta hoy.

            Aiwaz, que por años le había dejado explorar el mar de su poder, lo reclamó. Y Azrael pisó de nuevo, sino su pueblo, sí su tierra natal. Y el aire, aunque nada contra él podía, le dolió como el dolor primero, porque le trajo su olor. Y sus pasos, para ocultarse en ellos, se volvieron ruina. La tierra tembló, las nubes emergieron ennegrecidas y un temporal de lluvia y viento castigó la ciudad donde se encontraba. El suelo se corrió por Lomas de Ecatepec arrastrando colonias, un edificio se derrumbó en el Eje Central sembrando muerte y espanto, y al atardecer la luz eléctrica dejó de existir por horas, para cobijar su negrura. Azrael anduvo por doquier para contemplar su obra y sólo se detuvo ante una pensión, y con él la lluvia. (…)